Nadie solo en el banco azul
Una propuesta de nuestro programa de Educación Emocional
A través de distintas actividades, acordes a cada nivel de enseñanza, se busca que los niños y adolescentes aprendan a identificar y gestionar sus emociones, fortaleciendo así su capacidad para prevenir conflictos y promover un ambiente de convivencia positivo.
Uno de nuestros mayores logros fue la campaña de concientización sobre el bullying: “Nadie solo en el banco azul”
En el patio de la institución hay un pequeño banco azul que se transformó en un símbolo de apoyo y solidaridad.
Ante cualquier eventual situación que un alumno pueda estar atravesando, sentarse en dicho banco se convierte en una señal para que sus pares se acerquen y puedan conversar sobre lo que le está sucediendo y qué soluciones se pueden buscar, como compañeros y como grupo, y, de ser necesario, plantearlo a los docentes a cargo. Luego, estas problemáticas se trasladan al equipo técnico, de forma anónima si lo desean, para que los psicólogos lo trabajen junto al grupo, evitando de esta forma que pequeños incidentes se vayan acumulando y generen problemas mayores o repercutan más intensamente en el sentir de los alumnos.
Construyendo juntos un espacio de respeto y empatía
La implementación de esta campaña conllevó gran trabajo, incentivando a los alumnos tanto a poder expresarse como a poder escuchar al otro y empatizar con sus sentimientos, pero los resultados han sido realmente muy favorables. El compromiso y la colaboración de toda la comunidad escolar generaron un impacto muy positivo en la convivencia y el bienestar de nuestros estudiantes.
